ALTERACIONES DE LA PIEL, PELO Y UÑAS
Mixedema.
Engrosamiento y sequedad de la piel.
Hinchazón de la cara y párpados.
Palidez y coloración amarillenta de la piel.
Disminución o pérdida de la secreción sudoral.
PELO ÁSPERO Y QUEBRADIZO.
CAÍDA DEL CABELLO.
Uñas quebradizas y frágiles
Para un MÉDICO experimentado el diagnóstico del hipotiroidismo puede resultar muy sencillo, y sospecharse, desde el mismo momento en que la paciente entra en la consulta y se le estrecha la mano. Los signos que se reflejan en la piel, en el rostro y en la expresión de una persona hipotiroidea son muy característicos.
Sin embargo como esas alteraciones se desarrollan muy lentamente, para la propia paciente y las personas que conviven diariamente con ella pueden pasar desapercibidos.
La piel es un tejido muy extenso, una persona de talla normal tiene 2 metros cuadrados de piel. Está expuesta a todas las agresiones externas y tiene por ello que regenerarse con frecuencia, regula la temperatura del organismo dilatando o contrayendo los capilares que están bajo de ella y además mediante el mecanismo de la sudoración, ya que el sudor al evaporarse, produce un enfriamiento. Por eso un ventilador, que favorece la evaporación del sudor, refresca.
Pues bien, el hipotiroidismo trastorna severamente la fisiología de la piel y altera su estructura, sus funciones, su modo de comportarse y de reaccionar. Eso en primer lugar produce anomalías que la propia persona siente y que el que la observa percibe. Además de la piel, se van a alterar estructuras que dependen de ella, las glándulas sudoríparas, el cabello y las uñas.
Es muy importante insistir en este tema porque puede ser la primera lla-mada de atención para acudir al médico y lo vamos a hacer deteniéndonos en cada una de estas alteraciones y explicando su porqué.
Vamos a centrarnos principalmente en:
ALTERACIÓN DE LAS GLÁNDULAS SEBÁCEAS:
Pero si se altera la piel se va a alterar también todo lo que es anejo a la piel y se forma a partir de ella, así como, las glándulas sebáceas, las glándulas sudoríparas, el pelo y las uñas.
Las glándulas sebáceas (sebáceas viene de sebo, que es una forma de llamar a la grasa ) que están en la dermis y que son las que producen la grasa que lubrifica y da una textura suave a la piel, funcionan deficitariamente la piel se vuelve seca y escamosa. Es inútil ponerse hidratantes y cremas; siempre encontrarás la piel reseca y si te rascas se levantan escamitas con facilidad.
AlTERACIÓN DE LAS GLÁNDULAS SUDORÍPARAS:
También se afectan las glándulas sudoríparas, que son las que producen el sudor, y las personas con hipotiroidismo no sudan.
Pero todo esto hay que matizarlo. Esto no es cuadro de blancos y negros es un cuadro de grises con muchos matices. Unas veces, sobre todo en las fases precoces que son las que nos interesan, se darán unos síntomas u otros. Recuerdo a una chica con hipotiroidismo, cuyo problema más agobiante era una sudoración profusa en la cara; quizá en ese caso las glándulas sudoríparas de la cara estaban “protestando” funcionando mucho. A los médicos, si sabemos observar, nos enseñan muchas veces más cosas los pacientes que los libros.
ALTERACIONES DEL PELO:
Son también muy llamativas porque los problemas del pelo son visibles y preocupantes. El folículo piloso, es decir, la raíz del pelo, se encuentra en la dermis. Si hay problemas en la dermis, que está mal irrigada e infiltrada, estos problemas se van a reflejar también en el pelo, en su calidad y en su vitalidad. El pelo, como la piel, está en constante renovación, crece y hay que cortarlo. El pelo que se va formando en malas condiciones es un pelo de mala calidad. El pelo es áspero, seco y quebradizo, pierde su finura al tacto y se rompen las puntas. La paciente si es mujer, y casi todas lo son, nota que el pelo le ha cambiado, se le ha hecho “más difícil” de manejar. Y además, si la raíz del pelo está sufriendo, y la raíz es el punto de nacimiento y de sujeción del pelo, el pelo se cae y a veces bastante. “Siempre se me ha caído algo de pelo, pero ahora se me cae “a puñados”.
Generalmente éste es el problema que hace que la persona con un hipotiroidismo empiece a preocuparse. La mujer aguanta muchas cosas sin quejarse mucho, pero si se le empieza a caer el pelo no le pasa desapercibido. Es frecuente que acuda al dermatólogo, pero al dermatólogo, si los datos de laboratorio le dicen que la TSH es “normal” descarta un hipotiroidismo, y ya les estoy repitiendo de una forma insistente, que el rango de normalidad de la TSH se ha cambiado en 2002-2003. Si su TSH es mayor de 2.5 mcU/ml, la caída de pelo puede deberse al hipotiroidismo.
El pelo se cae de la cabeza, se cae de las axilas, se cae del pubis y se cae de las cejas, más concretamente de la porción externa de las cejas. Es un signo que se estudia en esos excelentes libros antiguos, de los que a veces les hablo y que también hay que leerse. La alopecia de la cola de las cejas. Es absolutamente característico en casos de hipotiroidismo un poco avanzados.
Y el pelo crece poco, pero esto lo notan más los hombres, que retardan sus visitas a la peluquería y que no necesitan afeitarse a diario, a veces les basta con afeitarse una vez a la semana.
ALTERACIONES DE LAS UÑAS:
Las uñas es otro anejo de la piel que también se afecta en el hipotiroidismo por los mismos motivos que el pelo. La matriz ungueal, la raíz de las uñas, está en la dermis y las uñas son una prolongación de la piel. En el hipotiroidismo las uñas crecen poco y son frágiles y quebradizas. Es otra alteración relativamente precoz y característica.