El cabello y las uñas tienen como
función proteger su cuerpo. También mantienen constante la temperatura
corporal. Otra función importante del cabello y de las uñas es ayudarle a
sentir las cosas.
A medida uno envejece, el cabello y las
uñas comienzan a cambiar.
Cambios en el cabello y sus efectos
Cambio en el color del cabello. Es uno de los
signos más obvios del envejecimiento. El color del cabello se debe a un
pigmento, llamado melanina, producido por los folículos pilosos,
las cuales son estructuras en la piel que producen y permiten el crecimiento
del cabello. Con la edad, el folículo produce menos melanina. El
encanecimiento comienza con frecuencia hacia los 30 años de edad.
El pelo del cuero cabelludo a menudo
empieza a encanecer generalmente en las sienes y se extiende hacia la parte
superior del cuero cabelludo. El color del cabello se torna cada vez más claro
y finalmente blanco.
El vello corporal y facial también se
vuelve gris, pero generalmente más tarde que el del cuero cabelludo. El vello
de la axila, del pecho y del área púbica puede encanecerse menos o no encanecer.
El encanecimiento está determinado por
los genes. Las canas tienden a aparecer de manera más temprana en los
caucásicos y de manera más tardía en las razas asiáticas. Los suplementos
nutricionales, las vitaminas y otros productos no detienen ni disminuyen la
velocidad de dicho proceso de encanecimiento.
Cambios en el grosor del cabello. El cabello está hecho
de muchas fibras de proteína. Una sola fibra tiene una vida normal entre 2 y 6
años. Ese cabello luego cae y es reemplazado por uno nuevo. La cantidad de
vello que uno tenga en el cuerpo y en la cabeza también está determinada por
los genes.
Con la edad, casi todas las personas
experimentan alguna pérdida de cabello y disminución en su velocidad de
crecimiento.
Las fibras de cabello se vuelven más
pequeñas y tienen menos pigmento, de ahí que el cabello grueso y áspero de un
adulto joven se convierta finalmente en un cabello delgado, fino y de color
claro. Asimismo, muchos folículos pilosos dejan de producir nuevos cabellos.
Muchos hombres comienzan a mostrar
signos de calvicie hacia los 30 años de edad y muchos están casi calvos
hacia la edad de 60 años. Un tipo de calvicie relacionada con la hormona
masculina testosterona se denomina calvicie de patrón masculino. El
cabello se puede perder en el área de la sien o en la parte superior de la
cabeza.
Las mujeres pueden desarrollar un tipo
similar de calvicie a medida que envejecen, denominado calvicie de patrón
femenino. El cabello se vuelve menos denso y el cuero cabelludo puede hacerse
visible.
A medida que uno envejece, el vello
corporal y facial también se pierde, aunque los vellos que permanecen se pueden
volver más gruesos. Las mujeres pueden perder vello corporal. El vello
facial puede volverse más grueso, especialmente en el mentón y alrededor de los
labios. En los hombres, el pelo de las cejas, las orejas y la nariz se hace más
largo y áspero.
Consulte con su médico si presenta una
pérdida repentina de cabello, lo cual puede ser un síntoma de un problema de salud.
Cambios en las uñas y sus efectos
Las uñas también cambian con la edad:
crecen más lentamente y se vuelven pálidas y frágiles. Se pueden volver
amarillentas y opacas.
Las uñas, especialmente las de los dedos
de los pies, pueden volverse duras y gruesas y encarnarse con más frecuencia;
mientras que las puntas de las uñas de las manos se pueden partir.
Se pueden desarrollar rebordes
longitudinales en las uñas de las manos y los pies.
Consulte con el
médico si las uñas desarrollan hoyuelos, rebordes, líneas, cambios en el
contorno u otros cambios, ya que esto puede estar relacionado con deficiencia
de hierro, enfermedad renal y deficiencias nutricionales.
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