martes, 19 de noviembre de 2013


ALOPECIA   ANDROGENÉTICA

 



La alopecia androgenética debe considerarse una enfermedad genética, en la que los folículos del cuero cabelludo responden de un modo anómalo a la acción de la hormona masculina (testosterona), produciéndose un proceso de "miniaturización " del folículo piloso, que cada vez se hace más pequeño hasta atrofiarse y perderse definitivamente. En este camino hacia la atrofia, como veremos, es donde únicamente pueden actuar los tratamientos. Los folículos atrofiados y  definitivamente cicatrizados, se consideran perdidos y, al día de hoy, irrecuperables.

La alopecia androgenética es una enfermedad hereditaria, de herencia aún no completamente determinada y de gravedad variable, por lo que es muy importante en la entrevista con el paciente la descripción de la situación familiar cercana. Puede afectar a hombres y mujeres, aunque estas últimas se veían afectadas en menor medida por la "protección" que supone las hormonas femeninas; lo cierto es que la Alopecia Androgenética femenina ha aumentado un 40% en los últimos 4 años. Por ello, muchas mujeres empeoran de su alopecia tras su primer embarazo o en la menopausia, cuando se produce un desequilibrio hormonal y de un modo relativo "aumentan" las hormonas masculinas presentes en todas las mujeres. En algunos casos se inicia de forma muy prematura tras la primera menstruación.


           La forma y distribución de la alopecia androgenética en hombres y mujeres suele ser diferente. Clasicamente se manejan como patrones de caída masculina la escala de Hamilton  y para mujeres la de Ludwig.

            En éstas alopecias lo más importante es un diagnóstico lo más precoz posible para poder empezar a tratar la falta de densidad capilar antes de que sea demasiado tarde.

 

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